¿Cómo eliminar el plumacho o Hierba de la Pampa y otras especies invasoras como la Uña de gato?

En los últimos años, tanto la administración como los propietarios particulares no cejan en el empeño de ponerle freno a la Hierba de la Pampa, conocida más comúnmente como plumacho. Se trata de una especie invasora que está colonizando sobre todo la franja cantábrica y atlántica de la Península Ibérica. Viales, fincas y montes sufren su ataque. El avance de esta y otras especies invasoras como la Uña de gato, la Mimosa o la Robinia, supone daños económicos, sociales y, sobre todo, ambientales. Rompen el equilibrio del ecosistema y dañan el entorno.

 

En Molime Viales llevamos a cabo la eliminación de esta especie combinando dos técnicas: la roza o desbroce, con la aplicación de herbicidas. Se ha comprobado que la quema de la planta no resulta eficaz. Muy al contrario, favorece su proliferación posteriormente cuando rebrota y la foresta del contorno no puede hacerle frente debido a que el fuego la ha liquidado.

 

Lo que antaño pudo parecer una especie exótica de atractivo aspecto, muy utilizada como elemento decorativo, ha pasado a convertirse en una plaga que amenaza el paisaje gallego. Coloniza territorios sin que su avance parezca tener un final. Tanto, que se la considera una planta invasora y un peligro para la biodiversidad.

 

Las medidas de contención ante el avance de esta especie, que tiene como nombre científico Cortaderia Selloana, no están siendo suficientes. Carreteras, descampados, fincas particulares, parcelas sin cultivar o sin edificar, son algunos de los lugares donde esta especie invasora campa a sus anchas.
La Hierba de la Pampa limita el crecimiento de especies autóctonas. Coloniza territorio usurpando espacio a otras plantas gracias a su alta capacidad de supervivencia y su adaptación al medio.

 

Se trata de una variedad botánica originaria del sur de Sudamérica, en concreto de la región pampeana, de la que toma su nombre, y de la Patagonia. Aunque su denominación más extendida sea la de Plumacho, se le conoce con otros nombres como cola de zorro, plumerillo, carrizo de la Pampa, plumero, gimnerio, paja penacho, paina, cortaderia, o los ya mencionados Hierba de la Pampa y Cortaderia Selloana.

Difícil de erradicar y colaboradora de los incendios

El plumacho cuenta con raíces profundas y gruesas que dificultan su extracción y su eliminación. Coloniza principalmente áreas sin cobertura vegetal y colabora en la propagación de incendios tras los cuales, además, resurge y aumenta su presencia a una extensión mayor.

 

Su plantación está prohibida y su erradicación es complicada. Eliminar la Hierba de la Pampa es más difícil de lo que parece. Existen diferentes técnicas que buscan que esta planta no se vuelva reproducir tras su extracción, algo que no siempre se consigue si no se lleva a cabo de manera profesional. En Molime Viales optamos por una técnica mixta. Tras un primer paso en el que se arrancan las plantas de manera manual o mecanizada (según proceda) retirando las raíces, se pasa a aplicar un tratamiento químico sobre el lugar de posible rebrote. Esta suma de roza y herbicida cuenta con una eficacia en la eliminación de las plantas del 90%.

 

La quema no es efectiva. Rebrota incluso con más fuerza, ya que con el fuego se elimina también el resto de la foresta del contorno. Esto hace que la planta de la Cortaderia Selloana, cuando resurge, no cuente con rivales para obstaculizar su avance.

 

Es crucial atacar el brote antes de que se extienda. En cuanto detectemos la presencia en un terreno de un ejemplar de Hierba de la Pampa debemos proceder a su eliminación cuanto antes. Proliferan rápidamente a través del aire. De hecho, los alérgicos a las gramíneas tienen en esta planta un enemigo declarado. La expansión de la semilla se produce a través del plumero o pulmacho que se encuentra en la parte superior de la planta. Las semillas son arrastradas por el viento que las traslada por el territorio favoreciendo su propagación. Atajar el problema de raíz, nunca mejor dicho, es crucial. Cuanto menos dejemos avanzar a esta plaga, menos recursos tendremos que emplear en erradicarla.

Control de otras especies invasoras como la Uña de gato, la Mimosa o la Robinia

La presencia invasiva de plantas foráneas no se limita al plumacho. Otras variedades botánicas suponen también un problema para la biodiversidad en Galicia. Es el caso de la Robinia, la Uña de gato o de la Mimosa.

 

La Robinia o Robinia pseudoacacia modifica el estado natural del terreno que ocupa, produciendo un suelo rico en nitrógeno. Esta circunstancia favorece la presencia de especies que terminan por desplazar la flora autóctona. En Molime Viales controlamos su avance a través de una eliminación de la planta arrancándola de raíz o cortándola por la base, luego se aplica un herbicida sobre la cepa.

 

La Uña de gato o Carpobrotus edulis también modifica las condiciones de los suelos en los que se asienta poniendo en dificultades a las demás especies con las que convive. Por ejemplo, la tierra acumula sales, se reduce la disponibilidad de nutrientes y se altera la acidez del suelo. Para su control, en Molime Viales procedemos a su eliminación con un trabajo manual de retirada completa de las plantas. El mayor hándicap reside en que suelen ubicarse en terrenos en pendiente que complican estas tareas.

 

En el caso de la Mimosa o Acacia dealbata estamos ante una especie invasora con una gran capacidad de implantación sobre la superficie que decide colonizar. La Mimosa produce unas sustancias que frenan la germinación de otras plantas y son otra de las especies que favorece la propagación de incendios. La manera de eliminar esta variedad botánica es a través del arranque manual o mecanizado de la Mimosa desde su raíz. La otra opción es cortar el árbol por la base y aplicar un herbicida sobre la cepa inmediatamente después de su corte.

 

Otras especies exóticas invasoras que afectan al territorio gallego son: la Acacia negra, la Crocosmia o el Helecho de agua. Todas ellas pueden llegar a provocar la desaparición de otras variedades botánicas alterando gravemente el equilibrio de los ecosistemas en los que se desarrollan. Personas, animales y plantas sufren su invasión, que se inicia de manera inofensiva y termina por resultar un claro perjuicio que origina daños de carácter económico y ambientales.